¿Qué es la cinta vulcanizable?

La cinta vulcanizable o cinta eléctrica vulcanizada es una de las herramientas más usadas por los instaladores eléctricos en su trabajo diario. Se trata de un tipo de cinta adhesiva que encoge al entrar en contacto con el calor y se emplea para proteger conexiones eléctricas (entre otros usos) de la intemperie, la humedad y los líquidos, así como tubos y otros elementos que requieran de este tipo de protección extra.

Un imprescindible en el maletín de cualquier buen profesional, tanto del sector de la instalación eléctrica como de climatización y fontanería, que permite realizar trabajos detallados y concisos que aseguran un resultado final limpio y seguro tanto para el instalador como para el cliente final y la misma instalación realizada.

Características de la cinta vulcanizable

Este tipo de producto, también conocido como cinta termorretráctil, tiene unas características únicas que le proporcionan esta capacidad de encogimiento al entrar en contacto con el calor, creando un poder de sujeción y protección firme, sin huecos y altamente resistente. Una capacidad que la hace única, versátil y que es un antes y un después para los instaladores, gracias al ahorro en tiempo que supone su instalación y las altas garantías que presta en cuanto a seguridad.

Para conseguir un resultado autovulcanizable, se emplean diferentes tipos de materiales gomosos como el caucho de etileno propileno, que tiene una capacidad termorretráctil, es decir que encoge su tamaño al entrar en contacto con fuentes de calor; y suele tener un espesor de 1 milímetro. Además, las propiedades de estos materiales gomosos permiten que la cinta se estire todo lo necesario para lograr un aislamiento sin vacíos.

Este producto viene proporcionado en rollos con diferentes medidas y espesores y normalmente es de color negro, por lo que pasa desapercibido en la mayoría de las instalaciones una vez puesto. La cinta en sí misma no tiene cara adhesiva, pero sí viene con una especie de plástico protector que hay que ir eliminando al usar los pedazos necesarios y que evita que el material gomoso se pegue al ir enrollado y estar sus vueltas en contacto directo. Eso sí, hay que mencionar que estas cintas están preparadas para que su material no se funda cuando están almacenadas y a temperatura ambiente.

¿Qué temperatura aguanta la cinta vulcanizable?

La cinta aislante vulcanizable necesita una temperatura nominal continua de 90 grados centígrados para activar sus propiedades retráctiles. Además, podemos emplear esta cinta de protección en una amplia variedad de temperaturas ambiente, con modelos que resisten perfectamente desde los -55 a los 105 grados centígrados sin degradarse, del frío máximo al calor más infernal.

Como puedes ver, esta amplia horquilla de temperaturas consigue que la cinta vulcanizable sea una solución estrella y muy socorrida dentro del arsenal del buen instalador eléctrico o especialista en fontanería, ya que también protege tubos de cualquier posible fuga de agua.

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¿Cómo se usa la cinta vulcanizable y para qué sirve?     

Usar la cinta autovulcanizable no tiene ningún tipo de complicación y esto es otra de las características que hacen que su uso sea tan popular y demandado entre los profesionales, ya que reduce considerablemente el tiempo de instalación y hace que prescindamos de otros productos para conseguir una protección efectiva de las conexiones eléctricas y de tubos.

Así, para utilizarla, solo es necesario cortar de la cinta el pedazo de autovulcanizante que vayamos a utilizar. Para saber cuánto trozo se necesita, solo se tiene que disponer sobre el elemento a cubrir estirando un poco la cinta aislante autovulcanizable para que sus propiedades elásticas cubran a la perfección toda la superficie deseada.

A continuación, y este paso es muy importante, tenemos que asegurarnos de que la superficie en la que vamos a instalar la cinta está completamente limpia y seca, sin restos aceitosos, de grasa, líquido o polvo. Una vez perfectamente limpio y seco, se tiene que despegar esa página protectora de la que te hemos hablado antes y que se encarga de prevenir el pegado de la cinta sobre sí misma u otras superficies no deseadas.

Una vez dispuesta la cinta vulcanizante y retirada la pegatina, solo hay que aplicar un poco de calor sobre la misma para que esta se encoja ligeramente (se retraiga) y veremos cómo forma una única pieza gomosa sobre la conexión eléctrica o el tubo en el que estemos trabajando.

El calor necesario lo podemos conseguir con un simple mechero si se trata de una conexión eléctrica pequeña o empleando otros sistemas como una lamparilla de gas con poco fuego, un calentador de mano, etc.

Una vez realizada esta sencilla operación, y si se ha hecho correctamente, obtendremos un resultado completamente impermeabilizado que protegerá los cables y tubos frente a la humedad, los embates de la intemperie e incluso obtendremos la posibilidad de mantener los cables sumergidos en agua y otros tipos de líquidos conductores.

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